martes, 28 de julio de 2009

Leyenda Urbana: Los circulos de la cosecha


Aunque no es una leyenda urbana propiamente dicha, sino una de las bromas mas grandes jamas realizadas, permitirme la licencia de ponerla como leyenda urbana.

Bien, empecemos: quien no ha oido hablar de los circulos de la cosecha (crop circles en ingles)?

Todos hemos oido hablar de ellos, hemos visto unas cuantas fotografias, y la verdad es que a algunos nos han maravillado, y tambien nos han puesto los pelos de punta.

El caso es que ha habido mil teorias al respecto de estos circulos, siendo la que mas cierta parecia, que eran señales creadas por los extraterrestes para comunicarnos algo, como señales para sus naves, etc etc.

Un dato importante, es que los primeros circulos de la cosecha eran de lo mas sencillos (pronto veremos por que), y que, a medida que iba pasando el tiempo, estos círculos se iban complicando. En vez de pensar que, era el tipo de aprendizage debido a la practica (la practica lleva a la perfeccion), eso supuestamente reforzo la teoria de que eran señales extraterrestres. Curioso como funciona la mente humana. A ver, si son un extraterrestre, en mi viaje lo que hago es un hito, algo sencillo, no voy complicando las señales. O, en el peor de los casos, siempre hago la misma señal, como en el caso de esta campaña publicitaria de bacardi. Pero no me complico la vida ni gasto tanto combustible para hacer esas señales!

En fin, perdon que divago, el caso es que, como quedó bien claro, no eran señales de extraterrestres (que nadie niega la posibilidad de su existencia), sino de dos señores, Doug Bower y Dave Chorley, dos amigos de Southampton,que anunciaron que llevaban quince años haciendo figuras en las cosechas. Se les ocurrió un día mientras tomaban una cerveza en su pub habitual: el Percy Hobbes.

Habían encontrado muy graciosos los informes de ovnis y pensaron que podría ser divertido engañar a los crédulos. Al principio aplanaron el trigo con la pesada barra de acero que Bower utilizaba como mecanismo de seguridad en la puerta trasera de su tienda de marcos de cuadros. Más adelante utilizaron placas y cuerdas. Los primeros dibujos sólo les costaron unos minutos. Pero, como además de bromistas inveterados eran artistas de verdad, la dimensión del desafío empezó a aumentar.

Gradualmente fueron diseñando y ejecutando figuras cada vez más elaboradas.
Al principio nadie pareció darse cuenta. No salía ninguna noticia en los medios de comunicación. La tribu de ufólogos no tenía en cuenta sus formas artísticas. Estuvieron a punto de abandonar los círculos en los cultivos para pasar a otra broma emocionalmente más satisfactoria.

De pronto, los círculos en los cultivos se hicieron muy populares. Los ufólogos se tragaron anzuelo, hilo y plomada. Bower y Chorley estaban encantados, especialmente cuando los científicos empezaron a propagar su considerada opinión de que no podía ser responsable de ellos una inteligencia meramente humana.


Bower y Chorley planeaban cuidadosamente todas las salidas nocturnas, a veces siguiendo meticulosos diagramas que habían preparado con acuarelas. Seguían de cerca los pasos de sus intérpretes. Cuando un meteorólogo local (N. del Ed.: Sagan se refiere a Terence Meaden) dedujo que era una especie de remolino porque todas las cosechas estaban desviadas hacia abajo en un círculo en el sentido de las agujas del reloj, le confundieron haciendo una nueva figura con un anillo exterior aplanado en el sentido contrario.

Pronto aparecieron otras figuras en el sur de Inglaterra y en todas partes. Habían aparecido los bromistas imitadores. Bower y Chorley grabaron un mensaje en el trigo como respuesta: “WEARENOTALONE” [No estamos solos]. Algunos llegaron a considerar que era un mensaje extraterrestre genuino (aunque hubiera sido mejor si hubieran puesto “YOUARENOTALONE” [No están solos]).

Doug y Dave empezaron a firmar sus obras de arte con dos D; incluso eso se atribuyó a un misterioso propósito extraterrestre. Las desapariciones nocturnas de Bower levantaron las sospechas de su esposa Ilene. Sólo con grandes dificultades -acompañando a Dave y Doug una noche, y uniéndose luego a los crédulos para admirar su trabajo al día siguiente- pudo convencerse de que las ausencias del marido, en este sentido, eran inocentes.

A la larga, Bower y Chorley se cansaron de aquella broma cada vez más elaborada. Aunque estaban en condiciones físicas excelentes, los dos tenían ya sesenta años y estaban un poco viejos para operaciones de comando nocturno en campos de granjeros desconocidos y a menudo poco comprensivos. A lo mejor los molestaba la fama y fortuna que acumulaban los que se limitaban a fotografiar su arte y anunciar que los artistas eran extraterrestres. Y los empezó a preocupar que, si esperaban mucho, nadie creería ninguna declaración que hicieran.

Así pues, Dave y Doug confesaron. Hicieron una demostración ante la prensa de cómo hacían las formas insectoides más elaboradas. Se podría pensar que ya nunca más se volvería a argüir que es imposible mantener una broma durante muchos años, y que no volveríamos a oír que es imposible que alguien tenga motivos para engañar a los crédulos y hacerles creer que los extraterrestres existen. Pero los medios de comunicación prestaron poca atención. Los cerealólogos los conminaron a callar; al fin y al cabo, estaban privando a muchos del placer de imaginar acontecimientos maravillosos.

parte mio, parte copia y pega descarado de: www.dios.com.ar

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